Sudáfrica y su historia.

El camino de Sudáfrica como nación ha tenido divisiones, guerras y capítulos importantes que han llegado a afectar a nivel mundial, con un presente que quiere tramitar hacia una realidad de unidad a pesar de los obstáculos que presenta la diversidad de un país único.

Sudáfrica es una reserva arqueológica asombrosa con rastros de pobladores desde hace más de 100.000 años.

Jan van Riebeeck es uno de los nombres más reconocidos de la historia Sudáfrica puesto que, arribó al Cabo de Buena Esperanza enviado por la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales para construir un fuerte y desarrollar agricultura, establecido una relación conflictiva con los Khoekhoe debido a la cesión de tierras para los primeros colonos extranjeros en 1657. Más información sobre este personaje aquí.

Los colonos neerlandeses, alemanes y franceses se fueron movilizando hacia el este y se inició una época de inestabilidad y batallas por choques con poblaciones locales, generando un mestizaje que empezó a marcar diferencias con respecto a los países europeos para crear la nación "afrikaner". Para más información sobre esto se señala esta curiosa noticia.

Así, los británicos tomaron el Cabo de manos holandesas en 1795 y se dio un intercambio de poderosos en los siguientes años hasta que en 1806 volvió a ser de dominio inglés. 

A pesar de la heroica defensa de los Xhosa en busca de la defensa de sus tierras y una posible independencia, la hambruna de 1857 terminó con sus intenciones y cumplió una profecía que señalaba que los blancos no volverían a sus lugares de origen a menos que los locales destruyeran todo su ganado y su plantaciones. 

Este acontecimiento y la emancipación de los esclavos en 1834 tuvo un efecto profundo en las actividades coloniales, que provocó El Gran Trek (más información aquí) que se tradujo en una migración masiva de bóers para tratar de vivir de manera independiente y alejada de la normas de la colonia. Allí se dieron los primeros trazos de un racismo que veía inaceptable por parte de los afrikaners la igualdad con otras etnias.

Otro elemento a tener en cuenta fue la clave para la consolidación de la colonia británica y el resentimiento bóer fue el “mfecane”, un período de guerra y migraciones forzadas entre los pueblos nativos debido a disputas de poder y conquistas regionales.

A partir de 1872 la Colonia del Cabo obtuvo su autonomía, luego del descubrimiento de reservas de diamantes, un hecho que ayudó a generar credibilidad en las altas esferas sobre el potencial de la conquista y expansión de la corona británica en esta región, creando estabilidad económica y política durante un tiempo.

Luego, existió cambios importantes en la república con el gobierno pro-afrikaner de Paul Kruger. Al tiempo llegó el descubrimiento del oro en Witwatersrand (más información sobre este yacimiento de oro del que sale el 40% del oro mundial en la actualidad aquí) y las finanzas tuvieron un gran impulso, pero a la vez las intenciones de independencia de los bóers se vieron truncadas por la inmigración masiva, especialmente de británicos. Los “uitlanders” o extranjeros pronto podrían votar y serían una diferencia clara en la decantación de poder.

Pese a que no eran francamente sus fieles seguidores, los afrikaners de Cabo y el Estado Libre de Orange vieron con mejores ojos la posición anti-británica de Kruger pero la situación era insostenible y la guerra terminó con la derrota de los bóers en 1902. Para más información pincha aquí.

Con todo esto existía la esperanza de que se pudiera unir las cuatro colonias en un mismo objetivo, pero el poder y los derechos quedaron en manos de las autoridades blancas. Con la creación de la Unión de Sudáfrica en 1910, el Cabo se convirtió en la única provincia del país sin una franquicia racial, lo que significaba que el voto podría ser ejercido sin limitantes raciales o étnicas y que los negros podrían ser miembros del parlamento. El resto de colonias mantuvieron los privilegios del sufragio para las élites blancas, concentrando el poder en pocas manos. 

Hay que tener en cuenta que en la Unión el 67% de los habitante eran negros y el 9% mestizos. Aún así, las medidas de presión y las actividades represivas entraron en vigencia cuando el poder se vio amenazado. La Ley de Amos y Sirvientes, el Impuesto de Voto para los Nativos, la preferencia de trabajos calificados para los blancos y la Ley de Tierras de 1913 que reservaba un 90% del territorio para los blancos fueron algunas decisiones discriminatorias de este periodo.

Un hito relevante en todo este entramado fue la creación del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés y para más información pinche aqui), el cual, entró en vigor en 1912 en medio de todas las normas y leyes raciales, con el objetivo de buscar soluciones para las injusticias y con el apoyo de la élite educada, las clases agrícolas y representantes de las tribus nativas.


Tras la Primera Guerra Mundial permanece un periodo marcado por las huelgas inspiradas en la Revolución de Octubre en Rusia. Algunas de las demostraciones más recordadas se dio en 1918 con más de un millón de mineros negros pidiendo mejores salarios y la huelga de 1920 que logró mejores condiciones para los 71.000 trabajadores que la generaron.

Algunas organizaciones internacionales empezaron a señalar la desigualdad racial de Sudáfrica como una grave violación a los derechos sociales. Sin embargo, el Partido Nacionalista ganó la elección de 1948 y no cedió el poder sino hasta 1994, creando un periodo lamentable para el país.

Las primeras elecciones democráticas se llevaron a cabo en abril de 1994 y la victoria fue para la alianza creada por ANC, el Partido Comunista y Cosatu, con Nelson Mandela como presidente de la república. La noticia recorrió el mundo y Sudáfrica, después de décadas de segregación racial, discriminación e injusticia, finalmente daba un paso adelante. Más información sobre la importancia del presiente Nelson Mandela aquí.

Con Mandela en la presidencia comenzó un periodo de re-democratización y universalización de los derechos, desde la creación de una nueva constitución hasta el simbolismo provocado por las victorias deportivas de las selecciones de rugby y fútbol en torneos internacionales, pasando por la reestructuración del servicio civil y la conformación de una comisión para investigar los alcances del apartheid.

El Instituto de Relaciones Raciales de Sudáfrica estima que 800.000 blancos se fueron del país en el periodo 1995-2008 y casi 5 millones de blancos lo han hecho desde la caída del apartheid.

Las barreras han caído, la economía se ha recuperado y el pueblo se ha tendido la mano, pero el proceso de cambio no ha terminado. Sudáfrica sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo, por lo que el gobierno y la sociedad deben continuar trabajando por consolidar la democracia en mejores condiciones y olvidar una historia de divisiones para sacar lo mejor de un territorio multicultural que ha sabido sobreponerse a las adversidades de un complejo pasado. 

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